ENTREVISTA | Chile y EE. UU. fortalecen interoperabilidad de Fuerzas Especiales

Con el objetivo de reforzar la interoperabilidad entre unidades de operaciones especiales y potenciar la preparación frente a escenarios complejos, Chile será sede, a partir del 24 de mayo, de la 18.ª edición del Ejercicio Estrella Austral. Este evento bilateral a nivel operativo, que refleja la larga asociación en seguridad entre Chile y los Etados Unidos, se ha consolidado como uno de los ejercicios de fuerzas especiales más relevantes en Latinoamérica.

Estrella Austral comenzó en 2007, liderado por el Ejército de los EE. UU., como parte de un acuerdo bilateral entre las fuerzas especiales de Chile y los Estados Unidos. Desde entonces, ha evolucionado de ser un entrenamiento bilateral, para convertirse en un ejercicio multinacional a gran escala.

Desde 2009, la organización del evento está a cargo del Estado Mayor Conjunto de Chile (EMCO), con el apoyo del Comando de Operaciones Especiales Sur (SOCSOUTH) de los EE. UU., y su ejecución recae sobre el Comando de Operaciones Especiales (COPE). Este Comando, activado en diciembre de 2020, es la unidad de más alta preparación y disponibilidad del Ejército chileno, orientada tanto a la defensa de la soberanía como a la respuesta ante emergencias y catástrofes.

En ediciones anteriores, participaron militares de Brasil, Colombia, España, México, Paraguay y Reino Unido, entre otros. Estos socios comprometidos entrenan juntos regularmente, mejorando su interoperabilidad para combatir eficazmente a adversarios comunes. En sus inicios, el ejercicio se enfocaba en operaciones básicas, pero con el tiempo ha incorporado tecnologías avanzadas, nuevos países participantes y un enfoque más sofisticado, de acuerdo a las evoluciones de las amenazas comunes.

Por ejemplo, en la edición 2023, participaron más de 1700 efectivos de Chile, Estados Unidos y España. A lo largo de 4000 kilómetros, se llevaron a cabo operaciones como inserciones costeras, saltos de gran altitud y abordajes marítimos, todo en el marco de un escenario ficticio de imposición de paz, bajo mandato de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Además, la edición 2023, movilizó 35,4 toneladas de carga en cerca de 20 operaciones; incluyendo 150 lanzamientos de paracaidistas y 330 horas de vuelo. Estos números reflejan la magnitud y complejidad del entrenamiento.

El Coronel del Ejército Davor Versalovic, jefe del equipo de planificación chileno en 2023, señaló durante la clausura de esa edición que: “el balance es absolutamente positivo. Hemos desplegado nuestro entrenamiento, desarrollado nuevas capacidades y, lo más importante, somos más interoperables y fortalecemos nuestros lazos profesionales con países amigos”.

Planeación y logística

A mediados de abril de 2025 se realizó la Conferencia Final de Planificación, donde se cerraron los detalles logísticos y operativos del ejercicio, según informó SOCSOUTH en sus redes sociales.

Previamente, en marzo, la Brigada de Aviación del Ejército de Chile y el Regimiento de Aviación de Operaciones Especiales N.º 160 de los EE. UU., lideraron un intercambio entre expertos en la materia (SMEE). Durante este encuentro, abordaron temas clave como el control del espacio aéreo, las relaciones de mando y los procedimientos para aeronaves de ala rotatoria, según informó el EMCO.

Lo que viene

La edición 2025 contará con la participación de SOCSOUTH y sus homólogos chilenos, incluyendo el Comando de Operaciones Especiales del Ejército, la Brigada de Operaciones Especiales Lautaro, la Brigada de Aviación y la Brigada de Inteligencia, además de diversas unidades de apoyo logístico. También se integrarán unidades de la Fuerza Aérea y la Armada de Chile, junto con delegaciones de países aliados invitados.

El ejercicio se llevará a cabo en distintas regiones del país, desde el norte hasta el extremo sur, incluyendo la región de Antofagasta, la región Metropolitana, Rancagua y la región de Magallanes. Estos escenarios permitirán simular operaciones en contextos variados como desiertos, ambientes marítimos, montañas y zonas urbanas, poniendo a prueba la preparación y capacidades de las fuerzas participantes.

Práctica contra teoría

“En el ámbito de las fuerzas especiales, es mucho más importante tener un ejercicio real en terreno que leer 10 libros de teoría”, dijo en entrevista con Diálogo John Griffiths, General de Ejército (R) y jefe de estudios en seguridad y defensa en el centro de investigación chileno AthenaLAB. “Estrella Austral es una oportunidad única para nuestras Fuerzas Especiales, para entrenar en un territorio tan particular y diverso como Chile, y para los países invitados de adaptarse a estos escenarios”.

Además, resaltó el equilibrio entre tecnología avanzada y habilidades tradicionales. “Chile valora el despliegue tecnológico de las fuerzas estadounidenses en espacios abiertos como el desierto chileno. Sin embargo, este ejercicio también resalta la importancia de mantener competencias básicas, como la navegación por medio de las estrellas, asegurando un balance entre tecnología y entrenamiento esencial”.

Por su parte, Guillermo Holzmann, analista de defensa y académico de la Universidad de Valparaíso, subrayó a Diálogo la importancia del ejercicio en el contexto contemporáneo. “Estrella Austral es fundamental para desarrollar capacidades tácticas de precisión, rapidez y despliegue en escenarios hostiles. Esto incluye desde amenazas de grupos terroristas hasta el crimen organizado, fortaleciendo la soberanía de los países participantes”.

Holzmann también señaló que el ejercicio permite evaluar la alineación de la doctrina militar chilena con las necesidades del Estado y su colaboración con fuerzas extranjeras, siguiendo estándares internacionales como los establecidos por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Estrella Austral 2025 promete ser una edición más ambiciosa y visible que las anteriores. Este ejercicio no solo mejora la preparación y las capacidades de las Fuerzas Especiales chilenas y estadounidenses, sino que también les permite actuar como multiplicadores de fuerza al robustecer la cooperación internacional, posicionando a Chile como un actor clave en la colaboración regional en defensa.

El evento será una muestra más del compromiso de Chile, los Estados Unidos y sus aliados con la seguridad, la soberanía y la paz en la región, destacando la relevancia de la capacitación conjunta frente a los desafíos contemporáneos.