Entrevistas

ENTREVISTA | Cómo queda la estrategia militar de Rusia tras la “Operación Telaraña” de Ucrania

Ucrania asegura que su ataque con más de un centenar de drones alcanzó a un total de 41 aeronaves, entre las que se encontrarían ejemplares Tu-95, Tu-22, Tu-160 y A-50. Algunos de estos aviones han sido utilizados por las tropas rusas para bombardear ciudades ucranianas a lo largo de la invasión.

4 de Junio de 2025 La Tercera Marcelo Masalleras
Compartir
ENTREVISTA | Cómo queda la estrategia militar de Rusia tras la “Operación Telaraña” de Ucrania

Ucrania realizó un ataque sin precedentes contra cuatro bases aéreas de las tropas de Rusia, en las que estaba estacionada parte de su flota de bombarderos estratégicos.

La ofensiva del domingo 1 de junio fue efectuada con más de un centenar de drones, que fueron ingresados al territorio ruso de contrabando, dentro de cabinas de madera montadas en la parte trasera de camiones.

Desde Kiev aseguraron que un total de 117 drones alcanzaron a un total de 41 aeronaves militares, de las cuales “al menos” 13 fueron destruidas.

Entre las aeronaves impactadas se encontrarían ejemplares Tu-95, Tu-22 y Tu-160.

La reparación por los daños podría ser compleja y, en caso de pérdida total, no podrían ser reemplazados, ya que se trata de modelos que no están actualmente en producción.

También se ha reportado que al menos un avión de vigilancia A-50 fue alcanzado o destruido por los drones.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó en un hilo de publicaciones de X que la llamada “Operación Telaraña” generó “pérdidas significativas” en los aeródromos rusos.

Precisó que el tiempo de preparación para realizar esta ofensiva “absolutamente única” fue de un año y medio.

Según Zelenski, “el 34% de los portamisiles de crucero estratégicos estacionados en bases aéreas fueron alcanzados” por los drones ucranianos.

Dicha cifra correspondería a casi un tercio de la flota rusa de este tipo de aeronaves, que han sido utilizadas para atacar ciudades ucranianas a lo largo de la guerra.

El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) reportó que los ataques generaron daños estimados en 7.000 millones de dólares.

La ofensiva ha sido calificada como una de las más sofisticadas y significativas de Ucrania desde que Rusia inició su invasión a gran escala en el país, el pasado 24 de febrero de 2022.

Ocurrió en medio de un contexto en el que las tropas rusas han intensificado sus ataques y un día antes de que representantes de Kiev y Moscú se reunieran en Estambul para una nueva ronda de conversaciones para llegar a un eventual alto al fuego.

El Ministerio de Defensa de Rusia afirmó que se registraron ataques en las regiones de Múrmansk, Irkutsk, Ivánovo, Riazán y Amur.

No obstante, dijo que sus bombarderos solo habían sufrido daños en Múrmansk e Irkutsk, y que en otros lugares los ataques fueron repelidos.

Por su parte, funcionarios del SBU han declarado que las bases aéreas atacadas incluyeron la de Belaya en Irkutsk (a unos 4.500 kilómetros de la frontera con Ucrania), la de Diaguilevo en Riazán (en el oeste de Rusia, a unos 520 kilómetros de Ucrania), la de Olenya (cerca de Múrmansk, en el Círculo Polar Ártico, a más de 2.000 kilómetros de Ucrania) y la de Ivánovo (a más de 800 kilómetros de Ucrania).

Y aunque desde Moscú reportaron que algunos de los involucrados en los ataques fueron detenidos, Zelenski aseguró que quienes contribuyeron al éxito de la operación fueron “retirados del territorio ruso”, por lo que se encuentran “a salvo”.

Ambas partes han hecho afirmaciones que hasta el momento no han podido ser verificadas.

El mandatario ucraniano manifestó en un discurso que la ofensiva no solo buscó reducir la capacidad de Rusia para bombardear ciudades ucranianas, sino que también aumentar la presión para que el gobierno de Vladimir Putin acepte un alto al fuego incondicional.

Previamente, Zelenski ya había acusado al Kremlin de no tener intenciones reales de detener el conflicto.

“Fueron los rusos quienes eligieron continuar la guerra, incluso en condiciones en las que el mundo entero pide fin a la matanza”, dijo el presidente ucraniano tras los ataques.

Y continuó: “Es verdaderamente necesario presionar a Rusia para que vuelva a la realidad”.

Cómo la “Operación Telaraña” de Ucrania afecta a la estrategia militar de Rusia

El investigador de AthenaLab y exoficial del Ejército de Chile, Marcelo Masalleras, dice a La Tercera que se trató de una operación “extraordinaria desde el punto de vista de la preparación, la coordinación y la ejecución” de los efectivos del SBU.

Destaca que fue un ataque sorpresivo, en el que el sigilo fue fundamental para que los drones pudieran llegar a bases militares ubicadas a miles de kilómetros del frente de combate.

Sugiere que “Rusia nunca se planteó una posibilidad como esta” y que Ucrania probablemente se aprovechó de esa situación.

Aunque no se ha podido verificar la cantidad exacta de aeronaves que fueron destruidas, imágenes satelitales han revelado que al menos más de una decena sufrieron daños graves.

Algunos de los bombarderos rusos, como los Tu-95 y los Tu-22, tienen la capacidad de realizar ataques nucleares.

La importancia de estas aeronaves está dada en que pueden llevar una carga convencional u ojivas nucleares. Estos aviones efectivamente han sido utilizados en la guerra, pero son armamento más bien antiguo. Fueron diseñados en las décadas del 50 y el 60, pero siguen en pie, todavía en funcionamiento y han sido empleados en el conflicto”, comenta el especialista.

“Por lo tanto, está el impacto de que todo lo que se haya destruido o dañado gravemente es muy difícil de reemplazar, porque estos aviones no se están produciendo en la actualidad”.

No obstante, más allá de la efectividad y de las características del ataque contra las bases aéreas rusas, Masalleras anticipa que “hay que ser muy cautelosos con la evaluación del impacto que va a tener finalmente en la guerra”.

Bajo el análisis del investigador de AthenaLab, las consecuencias del ataque de este domingo podrían ser limitadas, debido a que “Rusia va a poder seguir atacando ciudades e instalaciones en Ucrania con misiles y drones”, como lo ha estado haciendo a lo largo del conflicto.

Sin embargo, agrega, el ataque también tiene efectos simbólicos que repercuten en los esfuerzos bélicos de Moscú.

“Obviamente hay un impacto en Rusia que incluso va más allá de la guerra, porque estamos hablando de bombarderos estratégicos, con capacidad de llevar carga nuclear. Por lo tanto, también significa una merma en su arsenal o en los vectores que tiene el país”.

“Recordemos que cuando hablamos de una potencia nuclear —como lo es Rusia— todos pretenden tener lo que se denomina una triada nuclear”.

Dicho concepto hace referencia a la capacidad de un país para realizar ataques nucleares desde plataformas en tierra, aire y mar.

“Rusia los tiene. Y, en ese caso, si el efecto fue tan masivo como lo plantea Ucrania, el impacto es significativo”.

Pese a lo anterior, Masalleras presume que la ofensiva con drones de principios de junio no va a cambiar significativamente la forma en la que se siguen atacando las ciudades ucranianas, ya que “el abanico de posibilidades que tiene Rusia sigue siendo amplio”.

Aún así, sugiere que la operación realizada el domingo “va a elevar la voluntad de lucha” de Ucrania, en medio de una guerra en la que ha sido constantemente atacada por las tropas rusas.

“Sin duda, acá hay una demostración de las capacidades de innovación y de seguir luchando del pueblo ucraniano (…) Hay una demostración de que Ucrania está dispuesta a seguir defendiéndose con o sin el apoyo de las grandes potencias. Su determinación es innegable”, sentencia Masalleras.

Dos días después de la ofensiva con drones, durante la madrugada de este martes 3 de junio, las fuerzas ucranianas utilizaron explosivos submarinos para atacar el puente que conecta Rusia con la península de Crimea, que fue anexada ilegalmente por las tropas rusas en 2014.

El director del SBU, Vasyl Malyuk, quien dirigió la “Operación Telaraña”, fue el encargado de supervisar esta misión.

Luego de que se efectuara el ataque contra el puente —el tercero desde que empezó la invasión a gran escala de Rusia— , la autoridad militar declaró: “El SBU siempre llega hasta el final y nunca repite la misma estrategia”.

Temas relevantes

suscripcion

No te pierdas ninguna actualización

Suscríbete a nuestro newsletter de forma gratuita para mantenerte informado de nuestros lanzamientos y actividades.

Suscribirse