Noticias

PUNTO DE VISTA | “La estrategia de la Armada española a largo plazo en un entorno complejo e incierto”, Antonio Piñeiro Sánchez, Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada

 A través del documento "Armada 2050", se busca alinear las actividades de la marina de guerra española para enfrentar los desafíos futuros y garantizar la seguridad del país en un entorno más incierto. 

2 de Septiembre de 2025 Especial para AthenaLab Almirante Antonio Piñeiro Sánchez
Compartir
PUNTO DE VISTA | “La estrategia de la Armada española a largo plazo en un entorno complejo e incierto”, Antonio Piñeiro Sánchez, Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada

“Al que no sabe a dónde navega, ningún viento le es favorable”,
Séneca

El entorno internacional ha experimentado una evolución significativa a lo largo de las últimas décadas. Se ha pasado de un modelo unipolar a una realidad más compleja y fragmentada, donde emerge un orden multipolar.

En este nuevo escenario, diferentes actores globales compiten en un entorno donde las alianzas y los equilibrios de poder están en constante cambio. Esta tensa dinámica conforma un escenario complejo e incierto a nivel global, el cual se ha visto desbordado en el Este de Europa y en Oriente Medio. Un entorno que demanda más que nunca garantizar la seguridad, preservar los intereses nacionales y afianzar la relevancia internacional.

La visión “ARMADA 2050”nace con esa idea y es el impulso que la Armada necesita para afrontar los retos que se presentan por la proa. Es un documento de alto nivel que sirve de guía para orientar las acciones a corto plazo y establecer objetivos a largo plazo que permitan alinear las decisiones con una base inalterable: España necesita ahora, y seguirá necesitando en el futuro, una Armada decisiva y preparada para el combate.

Para ello, la visión de la Armada a largo plazo define cuatro ejes fundamentales: una Fuerza Naval decisiva y relevante en el combate; en la vanguardia tecnológica; con un firme compromiso con el personal, y que se sustenta en un empleo eficiente de los recursos. Dichos ejes deben contar con tres apoyos clave: el apoyo social e institucional, la disponibilidad de recursos, y una potente industria de defensa.

A tal fin, esta fuerza debe ser creíble, equilibrada, moderna, versátil y con alta capacidad de combate para disuadir a un posible adversario de amenazar nuestros intereses y evitar así un enfrentamiento. Capacidad de disuasión a la que contribuye la Armada potenciando tres aspectos clave: la capacidad de proyección por sus efectos estratégicos; el arma submarina por su naturaleza disuasoria y la interoperabilidad conjunta y combinada para sumar capacidades.

Con esta idea fundamental, y sobre la base de la capacidad de proyección del poder naval sobre tierra, fragatas, submarinos, buques con capacidad anfibia, aeronaves de ala fija y rotatoria embarcadas, unidades de medidas contra minas y una potente Fuerza de Infantería de Marina se presentan como los vectores esenciales. Unidades que operan ya en un entorno de alta digitalización y automatización, donde la Fuerza Naval debe estar en la vanguardia de la tecnología, potenciar las tecnologías emergentes y contar con sistemas avanzados para el análisis de datos y el apoyo a la toma de decisiones de una manera rápida, precisa y eficaz.

Bien es sabido que las revoluciones tecnológicas han transformado las estrategias de combate a lo largo de la historia, y esta época que nos toca vivir no es una excepción. En este contexto, el uso de drones, inteligencia artificial, nube de combate, gemelos digitales, sistemas modulares y plataformas de análisis de datos se presentan como elementos transformadores que deben ser incorporados a la Armada.

Fast Rope sobre la cubierta del LHD “Juan Carlos I” (Armada Española)

La Armada no debe solo adaptarse a las demandas de un entorno estratégico en constante cambio, sino también agilizar los procesos de investigación, desarrollo e innovación tecnológica (I+D+i). La tecnología avanza a una velocidad sin precedentes, por lo que resulta imperativo impulsar la investigación científica y optimizar los procesos de desarrollo y aplicación de estas nuevas tecnologías. Para lograr estos objetivos, es necesario fomentar una estrecha colaboración entre la Armada, la industria de defensa y la Universidad. Una dinámica de cooperación y conocimiento mutuo que favorezca sinergias y permita alinear soluciones viables y adaptadas a las necesidades específicas de la Armada.

La innovación no solo implica la creación de nuevos sistemas o tecnologías, sino también la capacidad de adaptar las existentes. Soluciones que deben ser extensibles a la organización para agilizar y optimizar los procesos en la gestión de los recursos y el sostenimiento para lograr un mayor rendimiento de los ciclos operativos de las unidades, y aumentar su disponibilidad operativa para garantizar la operatividad de la Fuerza y tener más unidades listas para el combate.

En este contexto de incertidumbre geopolítica, tensiones globales y competencia por los recursos, la capacidad de tomar decisiones soberanas sin depender excesivamente de actores externos cobra una especial relevancia. A tal fin, alcanzar cierto grado de autonomía estratégica exige necesariamente el fortalecimiento e impulso de la industria de defensa nacional, uno de los factores que resultan indispensables y que influye de forma determinante, no solo en el desarrollo de capacidades militares, sino también en el ciclo de vida de las unidades.

Pero todo lo anterior no es posible si la Armada no cuenta con el personal que necesita. El arco de bóveda de toda esta estrategia es el valor humano de la institución, y su compromiso con él, un objetivo prioritario. La Armada necesita, por tanto, personal en número suficiente, con una excelente formación técnica, perfectamente equipado, adiestrado, con un alto grado de compromiso con la institución, motivado y con mentalidad de combate. Todo ello construido sobre una sólida formación en valores.

Homenaje a los caídos en la Escuela Naval Militar (Armada Española)

Finalmente, es fundamental contar con el adecuado respaldo social e institucional, lo que exige una adecuada comunicación externa y un plan eficaz de cultura de defensa. Acercar la Armada al resto de la sociedad es imperativo para que los ciudadanos comprendan y se identifiquen con la necesidad de disponer de una Armada preparada para garantizar la seguridad y defensa de sus intereses y de su bienestar. Conocer la Armada es el primer paso para valorar la importancia de su aportación a la seguridad y defensa.

En definitiva, la visión a largo plazo es una guía indispensable para alinear las actividades en el corto y largo plazo hacia el objetivo de seguir siendo relevantes para defender los intereses de España en y desde la mar. El documento “Armada 2050” pretende, por tanto, ser el inicio de un proceso de alineación estratégica, un impulso para construir la Armada que España necesita para afrontar con garantías los desafíos que se presenten por la proa en un entorno complejo e incierto.

Antonio Piñeiro Sánchez
Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada

2 de septiembre de 2025
Especial para AthenaLab

Descarga pdf

Temas relevantes

suscripcion

No te pierdas ninguna actualización

Suscríbete a nuestro newsletter de forma gratuita para mantenerte informado de nuestros lanzamientos y actividades.

Suscribirse