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ANÁLISIS | ¿El declive estratégico de Irán en América Latina?

17 de Junio de 2025 RUSI y AthenaLab
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ANÁLISIS | ¿El declive estratégico de Irán en América Latina?

No es fácil calibrar la presencia o penetración efectiva de Irán en América Latina debido a la opacidad que a menudo rodea las actividades globales del régimen de los ayatolás. No obstante, en su búsqueda constante por desafiar a Estados Unidos, Teherán se instaló en la región escogiendo como socios prioritarios a Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia[1], además de contar ya con la presencia de afiliados al grupo terrorista Hezbolá.

En esta línea, la reciente ofensiva aérea de Israel contra el programa nuclear iraní, que incluye neutralizar a sus altos mandos militares y paramilitares, podría comprometer la capacidad de Teherán para proseguir con sus actividades en Latinoamérica, dependiendo de la degradación que sufra su aparato de seguridad.

La recomposición de la capacidad militar en casa se volverá una tarea de subsistencia para un régimen que hoy no logra disuadir a sus adversarios y que no ha sido capaz de proteger a sus milicias afines, como el mismo Hamás, en Gaza; Hezbolá, en El Líbano, y los rebeldes hutíes, en Yemén[2]. También la destrucción de la infraestructura petrolera de Teherán limitará la disponibilidad de recursos económicos para aventuras extracontinentales.

Otro efecto indirecto del actual conflicto en Medio Oriente radica en la posibilidad de que un acorralado Irán busque puntos débiles donde golpear intereses israelíes en Latinoamérica —y de sus socios estadounidenses, por defecto—, tal como hizo con los atentados explosivos en contra de la embajada de Israel en Buenos Aires, en 1992, y de la Asociación Mutual Israelita de Argentina (AMIA), en 1994. La Cámara Federal de Casación Penal, máximo tribunal trasandino, determinó que ambos atentados fueron llevados a cabo por Hezbolá a instancias de Irán, lo cual implica considerarlo un Estado terrorista.

Si bien existe el antecedente histórico, la interpretación sobre el potencial de daño de esa milicia en la región no se habría actualizado, según un reporte de Rand[3], de modo que cuando se habla de Hezbolá se oscilaría entre la subestimación y el alarmismo. En el mismo informe se señala, además, que la actividad principal de los agentes de la milicia parece estar destinada a conseguir dinero de actividades ilegales y lavarlo para financiar operaciones en el Medio Oriente.

En las últimas tres décadas, la milicia que aprovecha la presencia de comunidades libanesas en lugares como la Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay ha recibido, más bien, golpes que lanzado ataques, como aquellos asestados en la Operación Trapiche, iniciada en 2023[4].

El trabajo combinado de la policía federal brasileña, el FBI y Mossad permitió capturar a tres ciudadanos brasileños y emitir orden de detención para dos reclutadores, en el marco de investigaciones contra el contrabando fraudulento de cigarrillos electrónicos, cuyas ganancias alimentaban al Componente de Asuntos Comerciales de la Organización de Seguridad Exterior de Hezbolá.

Asimismo, la inmovilización en Argentina de un carguero 747 de una aerolínea venezolana, nave que previamente había pertenecido a la iraní Mahan Air —sancionada por la Unión Europea y Estados Unidos—, permitió desarticular una aparente operación de contrabando regional de la Fuerza Quds. Mientras el Jumbo terminó siendo desguazado en el desierto de Arizona[5], otros vuelos similares realizados a Chile por aeronaves de la firma Conviasa, con tripulantes iraníes y sin carga[6], motivaron investigaciones de las autoridades locales. Desde entonces, no se conoce sobre nuevos arribos.

Capacidad militar iraní, guerra irregular y vehículos aéreos no tripulados

El contexto geopolítico de Irán y su industria de defensa se han desarrollado en respuesta a las tensiones regionales y a la necesidad de autosuficiencia[7]. Si bien Teherán ha logrado avances significativos en el desarrollo de su industria militar, aún enfrenta desafíos en términos de capacidades tecnológicas y la necesidad de modernización de tecnologías autóctonas. Sin embargo, el enfoque de Irán en la guerra asimétrica lo ha convertido en un temerario actor regional, tal como lo demuestra su escalada en el conflicto con Israel[8].

La adquisición de vehículos aéreos no tripulados armados ha provocado cambios en las normas y comportamientos del poder aéreo de Irán, de manera similar a lo que ha sucedido en Turquía y los Emiratos Árabes Unidos. Irán considera que el uso de vehículos aéreos no tripulados armados es una forma de compensar las vulnerabilidades de su fuerza aérea convencional y mejorar sus capacidades militares. El objetivo es priorizar la guerra asimétrica para proyectar capacidades de reconocimiento o ataque a larga distancia sin arriesgar vidas iraníes.

La división aeroespacial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC, por sus siglas en inglés) está impulsando gran parte del desarrollo de drones de Irán, y los despliegan principalmente en sus zonas fronterizas y países vecinos. El Shahed-129 se ha utilizado, por ejemplo, para atacar objetivos en Siria, Yemen e Irak[9]. También, los drones de fabricación iraní han permitido apuntar con mayor precisión y aumentar la eficacia de las fuerzas rusas en el conflicto en Ucrania[10].

El acusado debilitamiento de las fuerzas armadas iraníes y la IRGC, producto de los sucesivos ataques israelíes que se vienen desarrollando tras la incursión terrorista de Hamás el 7 de octubre de 2023, debería golpear la capacidad de Teherán para proveer material bélico a sus socios, instrucción para su uso y mantenimiento; en particular, en zonas como Latinoamérica, que nunca han sido prioritarias.

Un informe de fuentes especializadas al que tuvo acceso Infobae[11] sostuvo este año que, si bien Venezuela primero adquirió drones de observación y ataque de origen iraní, algunos de los cuales fueron exhibidos en desfiles militares, ahora instaló una fábrica de esos aparatos en la Base Aérea El Libertador, en Maracay, a 120 kilómetros al oeste de Caracas, para construirlos. Se trataría de los vehículos aéreos no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés), ANSU-100 (Mohajer-2), el ANSU-600 (Mohajer-6) y el ZAMORA V-1 (Shahed-131). Esta transferencia tecnológica incluiría la capacitación en su empleo.

En enero de 2025, antes de asumir como secretario de Estado, el entonces senador estadounidense Marco Rubio advirtió que la fabricación de drones iraníes en suelo venezolano representaba un riesgo para el hemisferio: “Venezuela se ha preparado con la fabricación del vehículo aéreo no tripulado de combate que es un dron bélico”.

Asimismo, la Armada de Venezuela reforzó años atrás sus capacidades con la adquisición de misileras clase Peykaap III y misiles antibuque CM90. Son este tipo de armas las que podrían, por ejemplo, complicar las actividades petroleras de Guyana costa afuera. A su vez, la marina iraní también se encargó de realizar una misión para exhibir la bandera en 2023 cuando un buque logístico y una fragata cruzaron por el estrecho de Magallanes y recalaron en Brasil, único país que abrió sus puertos a la flotilla. También se ha denunciado, por parte de Argentina, la presencia de 700 miembros de la Fuerza Al Quds[12], una rama del IRGC.

Producto de un memorando de cooperación bilateral en materia de seguridad y defensa firmado en 2023, Bolivia logró el acceso a drones iraníes[13] y a otras capacidades. Fuentes conocedoras del tema dan cuenta de la transferencia desde Teherán hacia La Paz de, al menos, una treintena de vehículos no tripulados, que siguen a la espera de sus instructores, muy concentrados en el frente ruso-ucraniano y, probablemente, en la defensa de su país ahora. El gobierno del presidente Luis Arce explicó, en su momento, que se requerían plataformas para tareas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR), con tal de monitorear fronteras, rastrear el narcotráfico y apoyar la seguridad interna[14].

La experiencia iraní en drones de altitud media y larga duración (MALE) podría mejorar significativamente las capacidades ISR de Bolivia si llegaran a integrarse. Estos sistemas ofrecerían al país un avance importante en vigilancia aérea persistente y recolección de inteligencia; especialmente, en regiones remotas o de difícil acceso terrestre.

Por ahora, la falta de datos transparentes sobre adquisiciones y las posibles sensibilidades políticas en torno a las exportaciones militares iraníes hacen que cualquier impacto real en ISR siga siendo especulativo hasta que se confirmen activos desplegados.

Conflicto en Medio Oriente y la reorientación al consumo interno

Si bien los drones ofrecen muchas ventajas, como su precisión y capacidad para reducir el riesgo para los operadores humanos, dada la carencia de conflictos armados de alta intensidad, este tipo de tecnología encajaría con la lucha contra amenazas no convencionales. Los países latinoamericanos que poseen drones para misiones ISR suelen tener plataformas de tipo Tier I (drones de baja altitud y larga duración, como el Hermes 450) y Tier II (drones de media altitud y larga resistencia [MALE], como el Hermes 900), según el sistema de niveles de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

Países como Brasil, Chile, Colombia y Ecuador cuentan con drones Hermes 900 tipo II de fabricación israelí que pueden soportar una variedad de propósitos ISR gracias a su larga resistencia, cámaras infrarrojas, sensores y otros equipos digitales que llevan a bordo. Los drones de tipo II tienden a ser más deseables dada su reputación altamente autónoma y efectiva de la misión y su mínimo mantenimiento, incluso bajo un uso intensivo en condiciones climáticas adversas[15].   

Complementando el éxito de la guerra israelí con aviones no tripulados, la experiencia en operaciones antiterroristas y su énfasis en la sostenibilidad operativa han atraído a los gobiernos de la región, como Colombia, Brasil y México. Sin embargo, si Israel decide por una guerra prolongada contra Irán, priorizará su propio abastecimiento militar, lo que podría retrasar o suspender entregas de material a otros países. Las líneas de producción de defensa, como drones, misiles, o sistemas de defensa aérea, podrían reorientarse al frente interno en desmedro de otros mercados importadores, incluyendo el latinoamericano.

China, por otro lado, se beneficiaría estratégicamente en América Latina al ocupar el vacío que Irán dejaría en países aliados, como Venezuela, Bolivia, Cuba y Nicaragua. Estos países podrían volverse más dependientes de China como proveedor de armamento, tecnología de vigilancia, ciberseguridad e infraestructura crítica[16].

Además, con Estados Unidos posiblemente concentrado en apoyar a Israel, China tendría una ventana de oportunidad para avanzar con menos resistencia geopolítica en el hemisferio occidental, fortaleciendo su posición a través de relaciones bilaterales, acceso a recursos naturales y control de infraestructura clave.

Conclusión

La presencia que Irán se dedicó a construir en América Latina estrechando los vínculos de seguridad con países como Venezuela y Bolivia, quienes junto con Cuba condenaron los ataques de Israel del fin de semana, se podría ver mermada de forma severa, debilitando su capacidad logística, operativa y diplomática en el hemisferio. La agenda antioccidental de Caracas y Teherán buscaba, ante todo, potenciarse contra Estados Unidos y hoy una de las partes, la que contaba con mayor tecnología, está bajo ataque. En el caso de La Paz, la transferencia tecnológica quedará más bien interrumpida.

La posibilidad de una represalia violenta de Hezbolá, como fuerza afín de Irán, supone que existirían los operadores capaces de llevar la acción en terreno, el despertar de aquellos que llevan tres décadas dormidos, o el envío de nuevos agentes bajo el bombardeo constante de sus hogares. Lo cual parece poco probable, con los antecedentes actuales.

Carlos Solar
Senior Research Fellow RUSI

Juan Pablo Toro
Director Ejecutivo AthenaLab

17 de junio de 2025


[1] Juan Pablo Toro. Las potencias extracontinentales en América Latina”, julio/agosto 2023, Política Exterior, N°214.

[2] John Griffiths y Marcelo Masalleras, “Evaluación geopolítica de Medio Oriente: Conflicto israelí-palestino”, Documento de Trabajo N.º 33, 15 de abril de 2025, disponible en https://www.athenalab.org/publicaciones/documentos-de-trabajo/2025/04/15/documento-de-trabajo-no33-evaluacion-geopolitica-de-medio-oriente-conflicto-israeli-palestino/

[3] Marzia Giambertoni, “Hezbollah’s Networks in Latin America: Potential Implications for U.S. Policy and Research”, Expert Insight, 31 de marzo de 2025, disponible en https://www.rand.org/pubs/perspectives/PEA3585-1.html

[4] https://es-us.noticias.yahoo.com/brasil-lanz%C3%B3-operativo-ciudades-agentes-214312723.html

[5] https://www.latimes.com/espanol/eeuu/articulo/2024-02-12/eeuu-dice-que-ha-tomado-posesion-de-un-boeing-747-que-iran-vendio-ilegalmente-a-empresa-venezolana

[6] https://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/chile/2022/09/02/pdi-informa-que-10-tripulantes-iranies-ingresaron-a-chile-en-avion-de-linea-aerea-venezolana.shtml

[7] Robert Czulda, “Defence Industry in Iran – between Needs and Real Capabilities,” Defense & Security Analysis 36, no. 2 (2020): 201–17, https://doi.org/10.1080/14751798.2020.1750184

[8] Aniseh Bassiri Tabrizi and Justin Bronk, “Armed Drones in the Middle East: Proliferation and Norms in the Region”, Occasional Paper (2018), https://static.rusi.org/20181207_armed_drones_middle_east_web.pdf

[9] Tabrizi and Bronk, “Armed Drones in the Middle East”.

[10] Mohammad Eslami, “Iran’s Drone Supply to Russia and Changing Dynamics of the Ukraine War”, Journal for Peace and Nuclear Disarmament 5, no. 2 (2022), 507–518, disponible en https://doi.org/10.1080/25751654.2022.2149077

[11] https://www.infobae.com/venezuela/2025/01/19/el-regimen-de-nicolas-maduro-instalo-en-venezuela-una-fabrica-de-drones-para-uso-belico-con-la-cooperacion-de-iran/

[12] https://eleconomista.com.ar/internacional/maximo-nivel-alerta-argentino-frontera-bolivia-estos-son-motivos-n73069

[13] https://www.bbc.com/mundo/articles/cld9nq1zqwyo

[14] https://apnews.com/article/iran-argentina-novillo-tehran-drones-570b75c7ca61bb6bbf6ca250ccb75828

[15] Stefan Borg, “Assembling Israeli Drone Warfare: Loitering Surveillance and Operational Sustainability”, Security Dialogue 52, no. 5 (2021): 401–17, disponible en https://doi.org/10.1177/0967010620956796

[16] Carlos Solar, “China’s Weapons Transfer in the Western Hemisphere”, Journal of Strategic Studies 43, no. 2 (2020), 217–244, disponible en https://repository.essex.ac.uk/28814/1/Chinas%20weapons%20transfer%20in%20the%20Western%20hemisphere.pdf

Sobre el autor

Carlos Solar y Juan Pablo Toro

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