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COLUMNA | Crisis en Medio Oriente: actualización y desafíos

Con todo, la situación estratégica en el Medio Oriente continúa siendo frágil, ya que la posibilidad de escalamientos es siempre probable.

4 de Diciembre de 2025 Bio bio John Griffiths
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COLUMNA | Crisis en Medio Oriente: actualización y desafíos

En un mundo caracterizado por la transición del actual orden internacional, el rasgo más distintivo ha sido la escalada en las tensiones geopolíticas entre los principales actores, así como el incremento de conflictos y guerras a nivel global, con un notable aumento en los presupuestos de defensa.

De los conflictos en desarrollo y de mayor impacto, la atención se ha centrado en la guerra entre Rusia y Ucrania y en el actual enfrentamiento en el Medio Oriente. De allí que, el principal objetivo de este breve artículo sea identificar algunas de las principales claves a la fecha, en una guerra en pleno desarrollo y de gran impacto internacional.

Un primer aspecto a destacar es que este conflicto ha significado materializar la principal reconfiguración estratégica —de las últimas décadas— en el área de interés.

A la fecha, la lucha y acciones entre Israel y Hamas están enmarcadas en un proceso de alto al fuego y de un plan de paz que considera etapas sucesivas de cumplimiento de objetivos que darán paso a retiradas de la presencia militar de Israel en Gaza.

Permanecen como interrogantes, quién se hará cargo políticamente de la Franja de Gaza, así como la continuidad e influencia de Hamas, en dicha área geográfica, en la que la reconstrucción aparece como uno de los desafíos más urgentes en el corto plazo. De allí que el principal desafío es transformar el actual cese del fuego en un efectivo plan de paz entre los principales actores que pueda limitar o hacer más difícil la reanudación del uso de la fuerza por parte de los beligerantes. La seguridad de ambas partes es el bien a ser cautelado y asegurado.

En ese orden relevante es abordar la relación de conflictividad entre Israel y Hezbollah, este último principal actor bajo influencia iraní en el vecindario. Esta nueva etapa del conflicto caracterizado por un ataque desde múltiples frentes a Israel, significó para este grupo la neutralización de su liderazgo, la afectación de su mando y control y en consecuencia la falta de iniciativa para poder seguir materializando sus ataques desde el sur del Líbano a Israel.

Lo novedoso es que en esta oportunidad una operación de inteligencia —complementada por golpes de precisión aéreos— logró en forma rápida y contundente lo que el tradicional uso de la fuerza habría comprometido un esfuerzo de medios materiales y humanos de mayor significación, en un lapso mayor. No obstante, la pregunta más relevante hoy es: ¿por cuánto tiempo podríamos esperar que esa inactividad se manifieste?

Pareciera ser que hay antecedentes ciertos y valederos que una articulación del grupo, sus liderazgo y capacidades estaría actualmente desarrollándose, en dicha área geográfica.

De allí que, en este frente el desafío planteado por el cese del fuego del 26 de noviembre de 2024 entre Israel y Hamas, adolece del mismo problema de la franja de Gaza, respecto de transformar está interrupción del uso de la fuerza en un plan y escenario de mayor estabilidad, con el compromiso local de los principales actores, así como con un claro apoyo regional y global, actualmente poco probable.

En este aspecto, la presencia de la fuerza de paz de Naciones Unidas en el Sur del Líbano, con 11.000 cascos azules, de 46 países, enfrentará una vez más el desafío de ser un actor que pueda colaborar en este proceso o bien continuar siendo irrelevante, por la falta de liderazgo e influencia. Así como pondrá a prueba adicionalmente la capacidad del gobierno central del Líbano, para imponer su soberanía efectiva al sur del río Litani.

Este conflicto multi frentes, también se ha desarrollado con los regímenes de Damasco y Teherán. Siria envuelto en una guerra civil, que pese a un cambio de poder aún se desarrollan enfrentamientos en partes del país. Es relevante observar la creciente influencia de Turquía en Siria. Mientras que el régimen Iraní —eje de la resistencia— participó por primera vez un enfrentamiento directo con Israel.

Irán ha sido un actor relevante en la conflictividad de Medio Oriente al constituirse como el gran actor articulador y apoyador de grupos que en su conjunto han afectado la seguridad de Israel. El accionar militar conjunto de EEUU e Israel sobre las capacidades nucleares de Irán, sin duda ha retrasado su programa atómico y ha afectado la intensidad de su accionar en el área. La interrogante más relevante a la fecha, es ¿por cuánto tiempo se extenderá dicha conducta?

Con todo, la situación estratégica en el Medio Oriente continúa siendo frágil, ya que la posibilidad de escalamientos es siempre probable.

Hoy la interrogante del presente conflicto multi frentes continúa siendo cómo traducir los eventuales éxitos militares en objetivos políticos que le aseguren a la región una mayor paz y estabilidad.

Parece que la propuesta —más común en publicaciones especializadas— de dos estados independientes no ha superado la esencia de la naturaleza del conflicto en su profundidad, que podríamos resumir como el reconocimiento mutuo del otro Estado a existir y no ser destruido. Solo a partir de este punto es viable la configuración de dos entidades políticas que puedan enfrentar un real proceso de paz.

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