La principal preocupación de los chilenos es la seguridad interior del país. Justificar por qué, tras de los recientes asesinatos de carabineros, asaltos en el aeropuerto de Santiago o funerales narco en Valparaíso, es innecesario.
El problema es tan urgente que requiere soluciones urgentes y tratar de banalizarlo en su gravedad, en sus efectos en la imagen país o en la calidad de vida de los connacionales es irresponsable.
Por tanto, no parece irracional que sea el Ejecutivo el que de una señal potente que oriente el accionar de los poderes del Estado y del propio Gobierno en busca de soluciones integrales. En consecuencia, se sugiere considerar algunas de las siguientes acciones:
- Emitir urgentemente una Directiva Presidencial para la Seguridad Interior de la República. Este tipo de Directiva, que también existe para la Seguridad Exterior, debe ser ejecutiva y de coordinación interministerial, bajo la conducción directa del Ministerio del interior y Seguridad Pública.
- El documento debiese ser público en sus acciones principales para que el país se entere cómo el Poder Ejecutivo abordará el problema y para la trazabilidad de las medidas adoptadas. La cooperación del Ministerio de Defensa es útil en el proceso de planificación, en atención a que ese ministerio es fuente de la planificación del mismo tipo y alcance, existiendo importantes experiencias en este sentido.
- En coordinación con el Poder Judicial y el Ministerio Público, proponer «con suma urgencia» las modificaciones requeridas al marco legal para adaptarlo a la nueva realidad de seguridad del país, en complemento a lo que se realiza en el Congreso. Estimo que hay consenso en que no pueden seguir aplicando normas garantistas que, probadamente, no disuaden el accionar de los criminales y si a mediano plazo se requiere cambiar el Código Procesal Penal, deberá evaluarse. Así la ciudadanía, policías, Congreso y jueces por fin empatizarán mutuamente y eso es bueno para país.
- En coordinación con las Policías y el Ministerio Público, priorizar los recursos requeridos para modernizar la gestión de seguridad del Estado. Existen herramientas tecnológicas poderosas en el mundo que en nuestro país existen en forma limitada y que permiten optimizar el limitado recurso humano. Una de estas herramientas es la tan necesaria integración de las bases de datos existentes.
- Crear fuerzas de tarea bajo la tutela de delegados presidenciales, que integren a la fiscalías, Carabineros, la Policía de Investigaciones, Aduanas y otros entes estatales, que aborden los problemas más graves, agilizando la gestión, coordinación, prevención y reacción. La intención es que el Estado pase de una actitud reactiva a una ofensiva, comenzando a recuperar el tiempo perdido.
El mandato de Chile es desesperado y no puede ser ignorando sin un costo en la legitimidad de los responsables. ¿Realmente, hay alguien en el país que crea que el problema de la seguridad puede esperar o que no es urgente de resolver? La paciencia de la gente tiene un límite y no creo que sea bueno experimentar con la misma.
Alberto Soto
Colaborador AthenaLab
5 DE ABRIL 2023
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