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ANÁLISIS | Bolivia en el límite: Entre la fragmentación política y el agotamiento del modelo económico

28 de Mayo de 2025 Juan Pablo Toro
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ANÁLISIS | Bolivia en el límite: Entre la fragmentación política y el agotamiento del modelo económico

Enclavada en el corazón geográfico de Sudamérica, Bolivia atraviesa por un período de agitación política y crisis económica que impacta en el proceso electoral en marcha para renovar este año las máximas autoridades del país altiplánico.

La inestabilidad reinante es propicia para que los grupos criminales afincados en el tercer mayor productor mundial de cocaína expandan sus actividades, así como para que actores extrarregionales busquen influir en la agenda interna y así proteger sus activos en terreno.

Debido a que se trata de un vecino de Chile, con el cual se comparten 860 kilómetros de fronteras no lineales y se enfrentan desafíos permanentes, como demandas territoriales y, más recientes, flujos de migrantes irregulares, la situación boliviana demanda particular atención.

FRAGMENTACIÓN POLÍTICA. La situación política actual tiene que entenderse a partir de lo ocurrido en 2019, cuando el entonces presidente Evo Morales renunció al cargo, tras 20 días de protestas, por haber cometido fraude en los comicios para reelegirse por un cuarto mandato, según determinó la misión de la Organización de Estados Americanos[1], y tras la sugerencia de las Fuerzas Armadas. El líder izquierdista quería extender sus 13 años en el poder, lo que ya lo había convertido en el gobernante que más tiempo había servido en la historia de su país.

Tras una breve acefalía, la segunda vicepresidenta del Senado, Jeanine Áñez, asumió la jefatura de Estado en reemplazo de Morales, quien partió al extranjero. Su gestión, que se extendió hasta el 8 de noviembre de 2020, se enfocó en reencauzar el proceso democrático mediante la organización de elecciones, las que ganó el actual mandatario, Luis Arce, del Movimiento al Socialismo (MAS).

Sin embargo, la clara victoria de Arce con el 52% de los votos no significó el retorno de la estabilidad política perdida. Morales pasó rápidamente de celebrar el perfil técnico de su exministro de Economía a cuestionar la marginación de sus allegados en el nuevo gobierno. Luego vinieron las críticas y acusaciones, que terminaron con la ruptura abierta del expresidente con su sucesor, lo que le llevó a dejar el MAS —el partido más estructurado del país— e intentar posicionarse, sin éxito, como candidato presidencial para este año. Mientras tanto, Áñez fue apresada bajo acusaciones de orquestar un “golpe de Estado” en 2019.

Morales, quien construyó su liderazgo movilizando a los cultivadores de hoja de coca, retomó las antiguas prácticas de obstruir caminos y carreteras para presionar al gobierno. Según el propio Arce, los bloqueos de los partidarios de Evo durante 2024 causaron pérdidas por miles de millones de dólares[2].

El año pasado, el mandatario también fue objeto de un aparente intento de golpe de Estado cuando el jefe del Ejército llegó al Palacio Quemado, en La Paz, para pedirle la dimisión al presidente en un diálogo que fue televisado, la que no fue aceptada. Luego, el general Juan José Zúñiga, ya detenido, aseguró que todo era parte de un montaje para fortalecer la imagen de Arce ante la opinión pública.

En este contexto, se llegó al actual proceso de elecciones generales, cuya primera vuelta está prevista para el 17 de agosto, con una posible segunda vuelta el 19 de octubre. De hecho, la semana pasada fue el cierre oficial del período para inscribir las candidaturas, que dejó las fórmulas inscritas de manera preliminar. Aunque lo deseaba, Morales no tuvo éxito al registrar su postulación por problemas con la personería de su partido, mientras Arce declinó presentarse a la reelección dada su baja popularidad. Por su parte, el joven presidente del Senado y otro desafecto del MAS, Andrónico Rodríguez, primero insistió estar en competencia por la Alianza Popular, pero luego comenzó a explorar nuevas sociedades políticas. Así quedó el panorama, por ahora, ya que el Tribunal Supremo Electoral publicará la lista definitiva el próximo 6 de junio:

  • Eduardo del Castillo – Milán Berna (Movimiento Al Socialismo, MAS).
  • Jorge “Tuto” Quiroga – Juan Pablo Velasco (Alianza Libre).
  • Samuel Doria Medina – José Luis Lupo (Alianza Unidad).
  • Manfred Reyes Villa – Juan Carlos Medrano (Autonomía Para Bolivia – Súmate).
  • Rodrigo Paz – Edman Lara (Partido Demócrata Cristiano).
  • Jhonny Fernández – Felipe Quispe (Alianza La Fuerza del Pueblo).
  • Paulo Rodríguez Folster – Antonio Saravia (Libertad y Progreso).
  • Jaime Dunn – Edgar Uriona (Nueva Generación Patriótica).
  • Eva Copa – Jorge Richter (Movimiento Renovación Nacional, Morena).
  • Andrónico Rodríguez – Mariana Prado (Alianza Popular).

El escenario, sin duda, muestra la alta fragmentación del espectro político. El MAS cuenta con el exministro de Seguridad Eduardo del Castillo como candidato, pero por la izquierda compiten también Rodríguez, Fernández y Copa; mientras que en la derecha y centroderecha se ubicarían todos los demás, donde los nombres más fuertes son los del empresario Samuel Doria Medina, del expresidente Jorge Quiroga (2001-2002) y del líder regionalista Manfred Reyes Villa.

Todo lo anterior anticipa las elecciones más fracturadas y, potencialmente, más conflictivas de la democracia boliviana en el siglo XXI. Una encuesta de marzo[3] mostraba a Rodríguez liderando con 18%, pero seguido muy de cerca por Doria Medina, Quiroga y Reyes, todos ubicados entre el 17% y 13%. Si bien la segunda vuelta, como mecanismo, ayuda a despejar incertidumbre, la fragmentación existente quedará plasmada en la composición del próximo Congreso (36 senadores y 130 diputados). Muy preocupante resulta, además, que Morales tenga toda la voluntad de seguir alimentando la agitación actual por canales extrainstitucionales. Arce acusa directamente al expresidente de querer “desestabilizar la democracia” con la ola de marchas que exigen su renuncia. Pero sobre todo es la desarticulación del MAS, como la fuerza más organizada que tenía el país durante casi dos décadas, lo que acrecienta la probabilidad de empeoramiento de la crisis de gobernabilidad.

CRISIS ECONÓMICA. Un gran factor que explica el descontento social, que se manifiesta en continuas protestas contra el gobierno de Arce, tiene que ver con la crisis económica por la que atraviesa Bolivia, producto del estrés coyuntural al cual fueron sometidas las finanzas públicas durante la pandemia de COVID-19 y también por el desplome estructural de los ingresos del Estado desde el fin del llamado “boom de los commodities” o materias primas. Los principales problemas observados y asociados son la caída de las reservas internacionales, la escasez de combustibles —no hay dólares para importar— y la inflación.

La caída de la producción de gas, principal producto de exportación, por falta de inversiones y de hallazgos de nuevos yacimientos, supone menos ingresos para el Estado. Si en 2014 a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos le entraban 6.011 millones de dólares por vender al extranjero 17.608 millones de metros cúbicos de gas natural, en 2024 los ingresos se desplomaron a 2.050 millones de dólares por la venta de 8.062 millones de metros cúbicos[4].

El modelo económico instalado por el MAS cuando llegó Morales al poder en 2006 se caracterizó por ser estatista y redistributivo. La nacionalización de los recursos naturales proveyó la caja necesaria para incrementar el gasto social y realizar transferencias directas por medio de bonos a los sectores más empobrecidos y subsidios.

Con menos ingresos por exportaciones y la mantención de una política de gasto social robusta, el efecto lo han sufrido las reservas del Banco Central, que se han situado en 1.900 millones de dólares, después de haber llegado en 2014 a 15.000 millones de dólares. La deuda externa actual es de 13.500 millones de dólares y van 11 años seguidos de déficit fiscal, que para esta gestión se ha proyectado en 7,8%[5]. El tipo de cambio fijo hoy es de casi siete bolivianos por dólar, pero el no oficial llega a 20 bolivianos por la divisa estadounidense.

La inflación, antes contenida, llegó en 2024 al 9,9% justamente por los desequilibrios estructurales mencionados y por los factores climatológicos que han golpeado la producción agrícola[6].

Para este año, el Banco Mundial ha previsto un crecimiento del producto interno bruto (US$45.000 millones) de Bolivia en un 1,2% y apenas un 1,1% para 2026 y 2027[7], muy por debajo de los años anteriores y menor que la media regional.

Por todo lo anterior, queda claro que la crisis económica es más estructural que coyuntural, ya que se relaciona con el agotamiento de un modelo económico que no otorga un espacio relevante para la inversión privada y que privilegió la inversión pública en infraestructura y los convenios de Estado a Estado. La falta de desarrollo de la industria de la extracción de litio en el país altiplánico es un ejemplo de lo que producen las malas políticas a la hora de atraer capitales[8].

Si un nuevo gobierno abriera Bolivia a las inversiones privadas, sobre todo extranjeras, tendrá que garantizar la seguridad jurídica y física de las mismas, algo difícil en medio de la volátil situación política del país, a pesar de la existencia de toda clase de recursos mineros y energéticos.

NARCOTRÁFICO. Bolivia se encuentra en el histórico tercer lugar de países productores de hoja de coca del mundo después de Colombia y Perú, insumo clave para la elaboración del clorhidrato de cocaína. No obstante, la superficie de cultivo de este arbusto ha tendido a estabilizarse, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. Si en 2022 se registraban 29.900 hectáreas, en 2023 pasaron a 31.000 hectáreas, un aumento del 4%[9].

A pesar de que la estabilización de la superficie de cultivos, que supera las 22.000 hectáreas de coca establecidas por ley local para consumo tradicional, podría ser calificada de una buena noticia, tiene aparejados comportamientos preocupantes en materia del combate al narcotráfico, tarea que en medio de la pugna entre Arce y Morales y la crisis económica no parece ser prioridad del gobierno.

Según el sitio especializado InSight Crime, las autoridades incautaron casi 46 toneladas de cocaína en 2024, todo un récord y que duplica los decomisos de 2023. Ahora bien, esta realidad sólo probaría que el papel de Bolivia como productor y exportador de cocaína está en aumento[10], puesto que los volúmenes de droga interceptada siempre son mayores en la medida que se efectúan más cerca de los sitios de elaboración del alcaloide.

Por lo demás, la anunciada mayor incautación de cocaína en la historia de Bolivia en 2024, con 21,6 toneladas, se vio cuestionada porque no todos los paquetes contenían el alcaloide puro, sembrando dudas sobre la honestidad de las autoridades que presentaron ese logro.

Asimismo, la penetración de las megaorganizaciones criminales brasileñas en el oriente es todo un problema, como se demostró con la captura este año, en Santa Cruz de la Sierra, de Marcos Roberto de Almeida, alias “Tuta”, considerado como uno de los principales cabecillas del Primer Comando de la Capital (PCC)[11]. De Almeida llevaba dirigiendo las operaciones del PCC en Bolivia desde 2020.

Efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) de Bolivia custodian 582 kg de clorhidrato de cocaína, incautados en una finca donde supuestamente sería refinado en la localidad de Guayaramerín, en la frontera norte con Brasil, el 17 de abril de 2018. (AFP)

ACTORES EXTRARREGIONALES. En sus 13 años en el poder, Morales se encargó de estrechar lazos con países como China, Irán y Rusia, en el marco de su política antiestadounidense, la misma que lo llevó a expulsar al embajador de Washington y agencias de ese país, incluida la antidrogas (DEA). Aunque menos conflictivo que su antiguo jefe, Arce prosiguió profundizando ese enfoque, incluso después de la invasión ilegal y no provocada a Ucrania.

Con Rusia, el desarrollo de la tecnología nuclear con fines pacíficos, ya en marcha, y la explotación de litio concentran los esfuerzos conjuntos. La Corporación Estatal Rusa de Energía Atómica (ROSATOM) creó el Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear de Bolivia, el proyecto más importante en Latinoamérica, según el presidente de la compañía, Ivan Dybov. El centro, que se ubica en El Alto, en las afueras de La Paz, tiene tres componentes: uno dedicado a los radiofármacos; otro, a los productos agropecuarios; y el tercero, un reactor nuclear de investigación, en plena construcción[12].

Uranium One Group, que forma parte de ROSATOM, firmó hace dos años un convenio con la estatal Yacimientos de Litio Boliviano por US$450 millones para iniciar la explotación del elemento químico, con la meta de producir 14.000 toneladas anuales de carbonato, insumo básico para las baterías eléctricas[13].

También en el campo de la energía, el productor ruso de petróleo Lukoil envió el año pasado 366.000 barriles de diésel a Bolivia a través del puerto chileno de Arica. La iniciativa, destinada a paliar la escasez de combustible en el país altiplánico, fue posible tras una visita de Arce a Rusia en 2024[14].

Con China, más allá de los vínculos comerciales y en materia de inversiones —también en litio—, se ha estrechado la cooperación en el campo espacial. Desde la provincia de Sichuan fue lanzando el satélite de telecomunicaciones Tupac Katari, en diciembre de 2013, en una operación que tuvo un costo de US$300 millones. Según The Washington Post, la estación terrestre de Amachuma, desde donde se contacta al satélite, permitiría a China contar con capacidades de vigilancia en cielos situados lejos de sus propias fronteras[15].

El país asiático también ha provisto a las Fuerzas Armadas de Bolivia[16] de aviones de ataque ligero K-8 (dos de los seis se han estrellado); helicópteros Z-9; camiones de transporte, y armamento liviano.

Por último, Bolivia e Irán firmaron en 2023 un polémico acuerdo de seguridad y defensa, en el cual Teherán se comprometió a proveer drones, patrulleras fluviales y capacidades de ciberseguridad. Según las autoridades locales, las aeronaves tripuladas, que ya estarían en el país altiplánico, tendrían como propósito mejorar el control fronterizo y el combate al narcotráfico[17].

Dependiendo de cómo evolucione la inestabilidad actual, Rusia, China e Irán tendrán que velar por sus activos invertidos en los campos de la energía, espacio y seguridad. Un gobierno más prooccidental podría complicar su presencia, por lo que la tentación de influir en el proceso electoral actual es una posibilidad. Estos tres países han demostrado que cuentan con capacidades de coordinación diplomática en otros escenarios de crisis, sobre todo en Europa.

Un antecedente para considerar es el caso de los “misiles chinos”, que ocurrió en 2005 cuando, bajo la presidencia de Eduardo Rodríguez, se transfirieron a Estados Unidos una treintena de misiles antiaéreos portátiles chinos HN-5 para ser desactivados. El temor, entonces, era que cayeran en manos de grupos radicales, dadas las turbulencias políticas que sacudían a Bolivia y que luego permitirían la llegada de Morales al poder. Con los drones iraníes, por ejemplo, podría darse un escenario similar a futuro.

Carlos Ramos Mamani (R), presidente de Yacimientos Litio Boliviano (YLB), y Carlos Alberto Roca, representante legal de Uranium One Group, filial de la rusa Rosatom, firman un acuerdo para la industrialización del litio en La Paz el 29 de junio de 2023.(AFP)

CONCLUSIÓN.  La desarticulación del MAS como la principal fuerza política boliviana durante las últimas dos décadas, con un breve intermedio, ha generado una profunda inestabilidad. Esta realidad obliga tanto a las colectividades de izquierda como de derecha a reorganizarse en pleno proceso electoral. En este escenario, el expresidente Evo Morales busca mantener su relevancia política apelando nuevamente a la agitación social. En sus cálculos pareciera que la salida de Arce le abriría camino para retornar al poder. Aunque debiera considerar que las Fuerzas Armadas no le han demostrado precisamente simpatía en 2019 y 2024, cuando sugirieron su salida del carga y, por lo visto, se prestaron para realizar un “intento de golpe” para respaldar al impopular Arce.

El agotamiento económico de un modelo extractivista y redistributivo genera, a su vez, un panorama muy complejo para el próximo gobierno independiente de su color político, puesto que asumirá sin contar con recursos fiscales holgados. El desmonte de las asignaciones directas y la finalización del tipo de cambio fijo, como medidas que podrían ser recomendadas por instituciones crediticias internacionales, solo auguran traer más protestas, lo cual tampoco creará un clima propicio para las inversiones extranjeras.

Para las organizaciones criminales transnacionales, sobre todo brasileñas como el PCC, se presenta un contexto propicio para expandir sus actividades en un país que es históricamente el tercer productor mundial de cocaína.

La presencia de actores extrarregionales en los campos de la seguridad, especial y de la energía debe ser observada con especial atención, dado que tendrán que velar por sus activos, lo cual podrían hacer de forma individual o coordinada empleando distintos medios de influencia.

El gobierno de Chile debe preparar un plan de contingencia ante las consecuencias de un empeoramiento del escenario actual en el país vecino, dado que la frontera común ya está sometida a la presión de flujos migratorios irregulares y toda clase de contrabando (en ambos sentidos). Es claro que la situación que hoy afecta a 12 millones de bolivianos no quedará dentro de los límites del país, porque se aprecian cambios de fondo el campo político y económico, con sus repercusiones en el alineamiento exterior y en el comportamiento de economías ilegales.

Juan Pablo Toro V.

Director ejecutivo AthenaLab

28/05/2025


[1]  «INFORME FINAL: Análisis de Integridad Electoral Elecciones Generales en el Estado Plurinacional de Bolivia 20 de octubre de 2019»OEA. Más derechos para más gente. 4 de diciembre de 2019. Consultado el 09-01.2023.

[2] https://es-us.finanzas.yahoo.com/noticias/presidente-bolivia-bloqueos-causado-p%C3%A9rdidas-222954303.html

[3] https://www.lostiempos.com/actualidad/pais/20250328/andronico-logra-18-primera-encuesta-siguen-samuel-tuto-manfred-eje

[4] https://www.ine.gob.bo/index.php/publicaciones/indicadores-de-competitividad-del-comercio-exterior-de-bolivia-2004-2023/

[5] https://www.france24.com/es/am%C3%A9rica-latina/20241218-bolivia-despide-un-2024-con-una-crisis-m%C3%BAltiple-y-avizora-un-2025-de-alta-tensi%C3%B3n

[6] https://www.bloomberglinea.com/latinoamerica/bolivia/como-paso-bolivia-de-controlar-la-inflacion-a-tener-una-de-las-mas-altas-de-latinamerica/

[7] https://eldeber.com.bo/economia/banco-mundial-proyecta-un-crecimiento-de-solo-12-para-bolivia-en-2025_511750/#:~:text=INFORME-,Banco%20Mundial%20proyecta%20un%20crecimiento%20de%20solo,2%25%20para%20Bolivia%20en%202025&text=El%20organismo%20recomienda%20al%20pa%C3%ADs,de%20respuesta%20ante%20shocks%20externos

[8] Bednarski, L. (2024). Las guerras de las baterías. La batalla geopolítica por el control de las minas de litio y el dominio de la nueva revolución energética. Madrid : Errata Naturae, p.165.

[9] https://www.unodc.org/documents/data-and-analysis/WDR_2024/languages/2412493S.pdf

[10] https://insightcrime.org/news/the-doubts-behind-bolivias-biggest-cocaine-seizure-ever/

[11] https://elpais.com/america/2025-05-18/bolivia-captura-y-expulsa-a-un-alto-jefe-del-narco-brasileno.html

[12] https://abi.bo/index.php/sociedad2/49263-rosatom-centro-de-investigacion-en-tecnologia-nuclear-de-bolivia-es-el-proyecto-mas-importante-y-un-referente-en-latinoamerica

[13] https://www.biobiochile.cl/noticias/economia/negocios-y-empresas/2024/09/13/bolivia-acuerda-con-una-empresa-rusa-construir-una-planta-de-extraccion-directa-de-litio.shtml

[14] https://www.lostiempos.com/actualidad/economia/20240620/petrolera-rusa-envia-primer-despacho-diesel-bolivia

[15] https://www.washingtonpost.com/world/interactive/2023/china-space-program-south-america-defense/

[16] https://ceeep.mil.pe/2023/01/03/transferencias-de-armamento-y-competencia-de-grandes-potencias-en-america-latina/?lang=en

[17] https://www.infobae.com/america/america-latina/2023/07/26/el-gobierno-de-bolivia-admitio-que-el-acuerdo-con-iran-incluye-drones-lanchas-y-ciberseguridad/

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