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ACTUALIZACIÓN | Nuevos desarrollos del conflicto Hamás-Israel

24 de octubre de 2023
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ACTUALIZACIÓN | Nuevos desarrollos del conflicto Hamás-Israel

¿QUÉ HA PASADO? A la fecha de la publicación de este documento, las fuerzas israelíes aún no han iniciado la ofensiva terrestre, sin perjuicio de estar ejecutando acciones aéreas para afectar el mando y control de Hamás y de la Yihad Islámica Palestina (YIP), así como de su infraestructura logística relacionada. A lo que se suman acciones de inteligencia y fuerzas especiales para identificar y localizar mandos operativos de los grupos.

Todo esto en un contexto en que, por un lado, continúan los ataques desde Gaza con cohetería y, por otro, la fuerza aérea de Israel ha continuado bombardeando la Franja, principalmente en su sector norte, centrada en las localidades de la Ciudad de Gaza, y en el sur, en Jan Yunis. Dichos bombardeos tienen la finalidad de afectar, adicionalmente, la compleja red de túneles en el sector norte de la Franja de Gaza, cuya extensión se estima en 480 kilómetros.

Producto de lo anterior, existen 1,4 millón de personas desplazadas en la Franja de Gaza, incluyendo en dicha cifra a 750.000 residentes de la ciudad de Gaza, que tenía una población de 1,1 millón de habitantes. Mientras un gran número de dichos desplazados intenta refugiarse en Egipto a través del Paso de Rafá, al sur de la Franja, sin éxito.

Mientras se prepara la ofensiva terrestre —a ejecutarse prontamente— continúan llegando medios de aprovisionamiento logísticos a Israel. Se estima que estos serán muy necesarios para el sostenimiento de la ofensiva. En las últimas horas más de 50 aviones de carga han llegado a aeropuertos o bases aéreas de Israel.

Se plantea, a modo de hipótesis, que dicha ofensiva no se ha materializado aún por las siguientes consideraciones:

  • Terminar la configuración del terreno y lograr degradar adecuadamente puestos de mando, medios de mando y control, instalaciones logísticas, red de túneles de Hamas y de la YIP.
  • Adicionalmente, contar y posibilitar la recuperación de rehenes en poder del grupo Hamas, vía esfuerzos diplomáticos internacionales y locales.
  • El desplazamiento de un segundo grupo de batalla de los Estados Unidos liderado por el portaaviones “USS Dwight D. Eisenhower” a la zona del mar Arábigo, que se suma al ya desplegado y liderado por el “USS Gerald R. Ford” en el Mediterráneo.

SITUACIÓN REGIONAL. En el frente Norte, con la frontera del Líbano, Israel ha continuado con su política de evacuación de población, con la finalidad de crear una franja de seguridad, ante un eventual enfrentamiento más masivo contra las fuerzas de Hezbolá. Este último fin de semana, más de 14 comunidades de pueblos limítrofes fueron evacuadas. En total más de 60.000 personas han sido desplazadas desde inicio de este conflicto. A la fecha, han existido ataques de bases de fuego mutuas entre este grupo y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), localizadas principalmente en Monte Dov y Monte Hermón. En este sector, la principal preocupación es la apertura de un segundo frente, que potencialmente pueda llevar a la Tercera Guerra del Líbano (1982 y 2006).

En el frente de la Cisjordania, y ante el aumento de las olas de protestas y ataques de Hamás, Israel ha iniciado incursiones contra instalaciones de Hamás en Jenin, así como materializado —el pasado domingo— su primer ataque aéreo a esta zona. La apertura de un tercer frente en este sector dificultaría los actuales esfuerzos de las FDI obligando a un mayor empleo y despliegue de fuerzas.

En las últimas horas y desde el fin de semana, más drones y misiles han afectado bases de Estados Unidos en Irak y Siria. Se han reportado más de 14 ataques de este tipo. Los drones usados han sido los del tipo Shahed-136 de fabricación iraní. Los ataques han sido reivindicados por el grupo Harakat Hezbollah al_Nujjaba (HHN), traducido como “Movimiento del Partido de Nobles de Dios” o “Nujaba” (Grupo paramilitar chiíta de origen iraquí).

Se estima que Irán continúa afectando e influyendo indirectamente en el conflicto a través de su red de grupos subordinados a su causa, a través de la región y apoyos económicos y logísticos, tanto en Siria, como en el sur del Líbano.

Egipto continúan restringiendo el movimiento de ayuda humanitaria a través del paso de Rafá —en el sur de la franja de Gaza—, con el fin de evitar el establecimiento de campos de refugiados en su territorio, lo que podría afectar su seguridad ante la probable infiltración de elementos de Hamás que ejercen el control en Gaza y su histórica relación con la Hermandad Musulmana.

ROL DE LA INFORMACIÓN Y DESINFORMACIÓN. La información representa poder, como afirmaba Francis Bacon, y así ha quedado demostrado en los últimos conflictos armados. Las operaciones que se planifican y desarrollan en dicho ámbito pueden llegar a tener impacto tan relevante como el de las operaciones con uso de la fuerza, representando un perfecto complemento para el logro de los objetivos de la guerra. Si a lo anterior se suma que se vive la era de la información, nos encontramos en un escenario altamente complejo y muy difícil de controlar. La velocidad de las comunicaciones, la inmediatez que otorgan las redes sociales y la independencia de los medios de comunicación hacen virtualmente imposible controlar el mensaje. No obstante, por estas mismas razones, es que también se hace imposible impedir que se haga circular información falsa deliberada o no deliberadamente. Si antes la dificultad era la falta o la demora de antecedentes, hoy el problema es administrar un exceso de información, donde además existe información falsa, incompleta o imprecisa.

En este contexto, cada bando tratará de explotar los hechos a su favor. Esto ocurrió con la explosión que afectó al Hospital Al-Ahli en la Franja de Gaza, el pasado martes 17 de octubre. Hamás se apresuró en culpar a Israel e instalar dicho mensaje en la opinión pública, reforzando su campaña comunicacional de los crímenes cometidos por el Estado de Israel. En esta oportunidad, el gobierno israelí no solo se dedicó a negar los hechos, si no que identificó el origen del problema en un cohete lanzado por la propia YIP. Dentro de las primeras 24 horas de los hechos expuso pruebas que, según su versión, demuestran que los responsables de la explosión es el grupo palestino. Ante un mismo hecho, dos versiones. En las últimas horas, la inteligencia británica también ha expresado que el ataque al Hospital fue efectuado por un cohete perteneciente a la Yihad Islámica Palestina.

Ante esto, pareciera que el tiempo juega en contra de Israel y a favor de Hamás, dada la tendencia general de apoyar al que se percibe como más débil. Así pasó los días 7 y 8 de octubre pasados, cuando se conoció de las brutalidades ejecutadas en el ataque de Hamás sobre Israel, despertando apoyo transversal al último. No obstante, dicha simpatía y respaldo se han ido desgastando, en la medida que se conocen imágenes de los resultados de los bombardeos aéreos de Israel sobre Gaza, así como los efectos del desplazamiento de ciudadanos a la parte sur de la Franja y todo el drama humanitario que significa. Al final, no sólo basta con tener la razón —sea cual sea quien la tiene—, sino que además se debe enfrentar la lucha por el ámbito de la información, con la misma fuerza y compromiso, como parte de una gran maniobra estratégica.

Por otro lado, pareciera que ante hechos en los que se cometan errores en la destrucción de objetivos, lo recomendable es aceptar lo sucedido y la responsabilidad. Esto fue lo que pasó recientemente, cuando fuerzas de Israel dispararon accidentalmente contra un puesto del Ejército egipcio en la frontera sur de Gaza, por lo que el gobierno israelí reconoció su responsabilidad, comprometiendo la investigación de los hechos y ofreciendo disculpas por lo sucedido.

El éxito de una campaña militar no depende solo de la victoria en el campo de batalla, sino que, además, es muy relevante considerar los aspectos comunicacionales y luchar por hacer prevalecer el propio relato.

QUÉ SE PUEDE ESPERAR:

  • Israel, o más precisamente su primer ministro Benjamín Netanyahu, definió como objetivo político destruir a Hamás. Dicho propósito, aunque entendible en medio de las emociones de los primeros días, resulta difícil de alcanzar. Primero, por qué demandaría un esfuerzo militar cuyo costo podría sobrepasar con creces lo que los israelitas están dispuestos a pagar. Segundo, porque una parte de los líderes políticos y militares del grupo no están en Gaza, por lo que deberán perseguirlos más allá de sus fronteras. Tercero, aunque se elimine a todos o la mayoría de los actuales cabecillas, siempre habrá reemplazos que cubran los puestos vacantes. Al final, resulta más conveniente y realista definir un objetivo que busqué debilitar a Hamás lo suficiente para que no represente una amenaza a Israel por un largo período (eliminar a principales líderes, destruir arsenal y eliminar el mayor número de combatientes)
  • Por otro lado, lo que una campaña militar mayor en Gaza generará es la pérdida de autoridad política en la franja. De ahí que Israel debe visualizar quién y cómo seguirá administrando el poder. Al parecer, Tel Aviv no asumiría el control ni permitiría que grupos similares a Hamás lo hagan. En consecuencia, un gobierno con respaldo del mundo árabe y de Naciones Unidas podría ser una alternativa. Sin embargo, se necesitará negociaciones y consenso, lo que no es visible en el horizonte cercano.
  • El principal riesgo hoy para los planificadores de Israel está dado por la potencial escalada del conflicto, con el involucramiento de otros actores regionales. Las acciones de Hezbolá parecen inevitables, así como presión desde Cisjordania. No obstante, el número de medios iraníes o proiraníes en Siria representan una amenaza permanente para el balance operacional que Israel pretende mantener para la ejecución de su campaña terrestre. Todo lo anterior, sin mencionar la amenaza que representa directamente Irán.
  • En consecuencia, sin pensar en definir lo que va a suceder, es posible esperar: que se intensifique el trabajo de los organismos de inteligencia de Israel para determinar la ubicación de líderes y arsenales de Hamás en Gaza; con ataques preferentemente de la Fuerza Aérea Israelí junto a acciones de fuerzas especiales para eliminar objetivos confirmados.
  • Habiendo configurado el escenario, se podría iniciar la ofensiva terrestre, indispensable a la hora de pretender destruir a Hamás. Lo anterior, incluye esperar el movimiento de medios norteamericanos en el mar Mediterráneo, así como hacia el Mar Arábico, dados los hechos que en esa zona han afectado a las fuerzas armadas de Washington.
  • Con todo, acciones contra Irán, ya sea como reacción al aparente apoyo de dicho Estado a Hamás y Hezbolá o contra su programa nuclear, no se pueden descartar en el mediano plazo.

John Griffiths y Marcelo Masalleras, AthenaLab

24 de octubre de 2024

Foto: France Presse

Fuentes: Reuters, BBC, Fuerzas de Defensa de Israel, Foreign Affairs, Hoover Institution, Al Jazeera, CNN.

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