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CLAVES | Incursión de Irán en la guerra ruso-ucraniana

27 de octubre de 2022
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CLAVES | Incursión de Irán en la guerra ruso-ucraniana

Las noticias sobre el empleo de armas iraníes en el actual conflicto entre Rusia y Ucrania, han despertado interés por dicho Estado que, además, pasa por momentos difíciles en su estabilidad interna. La República Islámica de Irán, conocida como Persia hasta la primera parte del siglo XX, cuenta con una población de casi 87 millones de habitantes, la totalidad de ellos musulmanes, destacándose una mayoritaria proporción chiita. A continuación, algunos antecedentes de interés.

FUERZAS ARMADAS

El poder militar de Irán, según el Military Balance 2018 del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), está compuesto por sus fuerzas armadas regulares y por la Guardia Islámica Revolucionaria, esta última creada en 1979 para proteger la Revolución Islámica, que sumarían una fuerza de 523.000 personas. Su arsenal considera tanto armamento occidental, ruso e incluso chino, sumado a algunos sistemas de armas de fabricación propia. Dentro de las áreas de desarrollo iraní, se pueden destacar los drones, misiles, embarcaciones de ataque rápido, capacidades en el ciberespacio y, paralelamente, su cuestionado programa nuclear.

COMPETENCIA REGIONAL

Medio Oriente es una región que se ha caracterizado por décadas por su inestabilidad y la competencia geopolítica, tanto de potencias globales como locales. El conflicto árabe-israelí y la lucha por el poder en el Golfo Pérsico son ejemplos de ello. Ya sea por diferencias políticas o religiosas —un Estado judío y otros liderados por corrientes chiitas (Irán), y sunitas (Arabia Saudita), la zona no logra superar la inseguridad que se hace endémica. En este contexto, evitando el conflicto directo, los países han utilizado conflictos latentes para enfrentarse. En Yemen, el reino saudí y los Emiratos Árabes Unidos lideran una coalición para respaldar al gobierno, mientras que Irán hace lo propio apoyando a rebeldes Houthi. En el caso de Siria, Irán apoya abierta y directamente al régimen de Bashar Al-Asad, el que mantiene permanente conflicto con Israel, desplegando hasta 3.000 tropas en tareas de asistencia y entrenamiento a los sirios. Del mismo modo, se atribuye a Irán el apoyo material y de entrenamiento a grupos terroristas como Hamás y Hezbolá, los que están enfrentado con Israel.

PROBLEMAS INTERNOS ACTUALES

El 16 de septiembre de 2022, la joven iraní Mahsa Amini falleció en un hospital en Teherán, después de ser detenida por la “policía de la moral”, debido a que no llevaba apropiadamente el velo sobre su rostro. A partir de la difusión de este hecho, las protestas no han cesado en las principales ciudades, sin tener un horizonte de término. Producto de la represión ejercida por el gobierno iraní contra los manifestantes, los países de Europa impusieron sanciones a autoridades. Por su parte, el Estado persa acusa a potencias occidentales de estar detrás de las protestas. No obstante, si bien estas manifestaciones masivas son las mayores registradas desde 2019, por ahora resultaría muy difícil que estos hechos desemboquen en un cambio de régimen, dado el alto nivel de control que ejercen organismos de seguridad locales.

AYUDA A RUSIA

Irán y Rusia poseen lazos de larga data, no siempre fáciles. En este marco, se ha advertido del uso de armas iraníes por parte de Rusia en su invasión a Ucrania. En lo principal, la evidencia muestra el empleo masivo de drones “kamikaze” Shahed-136 y Shahed-131, incluyendo el entrenamiento de pilotos rusos para dichas aeronaves. Algo que Moscú y Teherán niegan. Del mismo modo, existen antecedentes que indicarían la compra o traspaso de misiles balísticos de corto alcance iraníes, probablemente modelos Fateh-110 (alcance estimado de 300 a 500 km.) y Zolfaghar (alcance estimado de 700 km.), para las fuerzas rusas. Lo relevante es que, a pesar de ser sistemas con menor precisión que otros rusos como el Iskander, el inventario disponible es relevante y su costo es comparativamente bastante menor, lo que daría a Rusia la capacidad de impactar objetivos a largas distancias —mucho mayor que lo que ofrecen los HIMARS estadounidenses—. De este modo, su cuidan los presupuestos y los stocks de misiles más avanzados.

IMPACTO EN LA GUERRA

Si bien drones como misiles vienen a potenciar el arsenal ruso disponible en el teatro de operaciones, tanto por la calidad y cantidad de los medios entregados, es difícil que tengan un impacto determinante en el campo de batalla. Su uso, por ahora, se ha concentrado en el ataque a instalaciones civiles, más que sobre objetivos netamente militares. Por el contrario, el impacto está dado más por el abierto respaldo político al presidente ruso Vladimir Putin, en un escenario en el que se ha quedado con pocos socios. Otro aspecto destacable es que la guerra en curso resulta un excelente campo de pruebas para estos sistemas, los que podrán ser perfeccionados con la experiencia, al mismo tiempo que sirve de vitrina para potenciales compradores, en la medida que tengan éxito. En el otro extremo, estas capacidades han empujado a Ucrania a intensificar sus esfuerzos por convencer a las potencias occidentales a proveer de más y mejores sistemas de defensa antiaérea.

IMPACTO EN MEDIO ORIENTE

El involucramiento de Irán en la guerra tiene el potencial de acarrear efectos en las potencias regionales, las que, en su mayoría, han estado más bien al margen del conflicto. La participación directa de Teherán podría empujar a Estados como Israel a entregar un apoyo más decidido y gravitante a Ucrania, como podrían ser sistemas de defensa antiaérea del tipo “Iron Dome”. Por otra parte, el gobierno de Riad no ha tenido un comportamiento claro, apoyando a Ucrania, por una parte, pero alineándose con Rusia a la hora de definir políticas de producción de petróleo que favorecen a Moscú, por otra. En un ambiente dónde se percibe la distribución y relaciones de poder como una de suma cero, la ganancia de poder de Irán significaría la pérdida relativa de otras potencias en Medio Oriente, lo que difícilmente será tolerado por sus competidores.

PROGRAMA NUCLEAR IRANÍ

En esta revisión no es posible dejar fuera la aspiración nuclear iraní. Desde hace décadas que este Estado ha perseguido desarrollar una capacidad nuclear de uso militar, lo que le ha significado importantes sanciones de Occidente e, incluso, ser víctima de un sofisticado ciberataque en sus instalaciones nucleares, como fue la ocurrido en la central Natanz, con el “gusano” cibernético Stuxnet. A pesar de las restricciones y algunos compromisos, distintos gobiernos occidentales sugieren que Irán no ha renunciado a este programa, el que podría, eventualmente, contar con el apoyo de Rusia, dadas las enormes capacidades que tiene y las necesidades cruzadas que se presentan. Si bien se asume que Israel ya cuenta con capacidad nuclear militar, el solo hecho de contar con nuevas armas nucleares en el Golfo Pérsico impactaría en la débil situación de seguridad de la región, pudiendo generar un peligroso dilema de seguridad, involucrando a otros Estados en la carrera, como Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, además de Turquía, un poco más lejos.

CONCLUSIONES

  • Irán ha sido un actor relevante en Medio Oriente, manteniendo una lucha por el poder regional que ha afectado la estabilidad. Por distintos motivos, Irán mantiene situaciones de conflictividad con Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos e Israel, solo por mencionar los más relevantes.
  • La incursión de Irán como proveedor de material bélico en la guerra entre Rusia y Ucrania puede perseguir más de un objetivo. Primero, exhibir sus capacidades a sus vecinos en Medio Oriente con objeto de generar disuasión. Segundo, ayudar a un socio estratégico como Rusia, con el cual coinciden en su rechazo hacia las potencias occidentales, presentándose oportunidades para ambos (armas y energía nuclear). Tercero, representar una respuesta confrontacional a Estados Unidos, potencia que ha estado apoyando activa y materialmente la causa ucraniana y a Israel.
  • De confirmarse la entrega de armas iraníes a Rusia, deberá esperarse la reacción de las potencias regionales, particularmente de Israel. Del mismo modo, la actitud adoptada por el régimen saudí respecto de Rusia en el marco de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) podría tener modificaciones, si los lazos se confirman y refuerzan con el tiempo.
  • El impacto de los sistemas de armas, si bien tendrán efectos en la infraestructura civil ucraniana, se estima que no será gravitante en el desarrollo de las operaciones, a menos que se complemente con otras plataformas.
  • La idea de que Rusia esté recibiendo sistemas de armas extranjeros puede tener varias interpretaciones. La primera, recibir la solidaridad de algunos pocos socios que le quedan. Segundo, ser un indicativo que sus stocks de sistemas más avanzados están limitados y su capacidad de reemplazo afectada por las sanciones occidentales. Tercero, la guerra se está expandiendo en alcance, lo que podría generar otras fuentes de conflicto no deseados.
  • El riesgo que significa que Irán acceda a la capacidad nuclear de uso militar, implicaría un grave revés para Estados Unidos y otras potencias occidentales. Además de generar un desbalance estratégico relevante en la región, que puede acarrear una carrera de armamento nuclear en la zona, y este patrón podría diseminarse a otras áreas más o menos contiguas. En este sentido, China tiene el potencial de jugar un rol importante a la hora de limitar lo que Rusia pueda realizar en este escenario.

Marcelo Masalleras
Investigador AthenaLab

27 de octubre de 2022

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